SOLVENCIA

Cuando un equipo gana un partido sin hacer aparentemente méritos para ello, se le llama casualidad, suerte, milagro… Pero cuando un equipo gana mucho más que pierde sin “hacer nada”, se le llama solvencia. Esto ha cogido unos tintes muy peligrosos. Aquí ya no vale nada. No basta ganar, no basta golear, no basta que ni te inquiete el rival. Porque si el Zaragoza sale goleado del Pizjuan, es porque es un recién ascendido, deja jugar al futbol, son indolentes por arriba, e incluso el árbitro nos echó una mano. Porque claro, si el árbitro no pita el posible fuera de juego que hubiera significado el empate a dos, entonces hubiera sido otro partido, el Zaragoza se transformaría en Barsa y nos hubieran pasado por encima. Ahora bien, si el Sevilla en vez de estrellar dos balones en los palos, si la pelotita entra, le metemos seis. Pero eso no cuenta.
Y si el que nos visita es el Urinea, campeón de la liga Rumana, equipo Champions a todos los efectos (porque estará ahí por algo, ¿o es que le han dado una invitación por simpáticos?) y se presenta con once tíos colgados del larguero y el cuchillo entre los dientes y aún así se le gana con “solvencia” dos a cero, eso tampoco vale. Porque si no llega a ser porque Luis Fabiano marca en el descuento de la primera parte (porque en el descuento no se puede marcar y a Luis Fabiano nos lo han prestado), entonces se ve un número. El Urinea se hubiera transformado en el Chelsea, nos habría montado tres contra y nos habría barrido del campo. Es que el Sevilla, sin tirar a puerta no puede ganar, como ocurrió en Valencia. Pero el Urinea, sin acercarse a nuestra área si nos puede dar el susto del siglo.
El partido de Valencia fue horrendo y llovieron los palos (normal). Se ganan dos partidos, uno de ellos de Champions, sin pasar apuros y no estamos contentos. Al Sevilla se le exigía que ganara estos dos partidos, y es lo que ha hecho. Se podrá mejorar (todo es mejorable), pero exigir más de lo que está dando este equipo de un tiempo a esta parte, es de locos. Mientras el equipo rinda y gane hay que disfrutar de ello. Y el que no, lamentándose y criticando, sin darse cuenta se estará perdiendo una de las etapas mas bonitas y gloriosas de este Sevilla FC.

Alberto Carvajal