LA GRAN BATALLA

El Sevilla propone guerra lejos de su trinchera, en campo abierto (estamos en nuestro territorio y no le tememos a nadie). El Madrid responde, aleja sus tropas de su castillo y sale al encuentro. Se ve venir que el choque va a ser brutal, nada de fuego de catapulta desde la retaguardia, se pelea cuerpo a cuerpo. Nuestra línea defensiva empieza a empujar por detrás ganando terreno poco a poco, este repercute en el resto del batallón que da un paso al frente. El Madrid no aguanta el envite y se ve obligado a dar un paso atrás. Córner por la derecha, Konko, solo, remata alto, primer aviso.
Jiménez sabe que es el momento. Hora de la caballería pesada. Negredo y Luis Fabiano empiezan a intervenir y abrir brecha en su retaguardia. Luisfa controla en el borde del área y no se lo piensa. Para Casillas. El plan empieza a funcionar, le toca a la caballería ligera.
Navas y Peroti empiezan a apuñalar los flancos. El primer ataque serio viene por la izquierda, Peroti encuentra a Luisfa en el punto de penalti, este resbala y la deja mansa para Casillas. Ahora le toca al flanco derecho. Navas le roba un balón a Marcelo, centra sobre el nueve de Brasil y el obús que sale de su cabeza pasa rozando el palo. El Madrid empieza a estar asediado, pero responde. Benzema consigue penetrar en la retaguardia, pero falla en el momento de matar. El Sevilla insiste por la derecha, de nuevo Navas lancea a Marcelo, sale Casillas a tapar la grieta y lo consigue. Hemos dado con su punto débil, su flanco izquierdo está abierto. El Madrid manda refuerzos, se descubre en la derecha, ya está. Peroti vuelve al ataque, el Madrid intenta rehacerse pero es tarde. Nuestra segunda línea entra de nuevo a la carga, el pasillo está abierto. Taconazo de Peroti, llegada de Fernando Navarro, centro al segundo palo y a Marcelo le pasa por encima Navas que le remata en su cara. Primera estocada. El enemigo se resiente, la herida es grave y el Sevilla huele la sangre y el miedo. Toca asedio total. A la carga con todo. Milagrosamente el Madrid aguanta la embestida y llega vivo a la tregua.
El Sevilla sabe que el Madrid aún se tambalea y va a por él. Pero se estrella de nuevo en su baluarte. Peroti se asocia con Casillas para que éste haga la parada del siglo. Lo que debería haber sido el golpe definitivo, se convierte en un golpe moral. El Madrid se rehace, ataca y acierta. Estamos tocados, el castillo empieza a peligrar.
Drago está curtido en mil batallas. Ve lo que está pasando y lo que pasará si no se le pone remedio. Saca el hacha y las pinturas de guerra y se lanza a pecho descubierto a la defensa. Detiene prácticamente el solo las avalanchas enemigas. Ha conseguido devolver la moral a la tropa. Un nuevo arreón basta para casi finiquitar la batalla. La caballería pesada empuja su retaguardia hacia atrás, la ligera distrae y desde segunda línea se carga por sorpresa. Esta vez es por la derecha. Adriano es el que llega desde atrás, centra, y Renato acaba con la leyenda de la inmortalidad. Casillas es de carne y hueso.
El enemigo no se rinde, y el Sevilla lo puede destrozar a la contra. Las escaramuzas fallan una detrás de otra. No es normal tanta piedad. Un último intento del Madrid, pero su suerte está echada. Victoria épica. Otra batalla ganada, pero aún falta mucho para ganar la guerra.

¿Es ya el Sevilla firme candidato para ganar la Liga?


Alberto Carvajal